Monday, November 13, 2006

"Y si he cambiado demasiado para reconocerlos y no llego a precisar que son los mismos, no os dejéis engañar por ello, serán los mismos aunque hayan cambiado. Pues conocer a una persona, conocer un lugar, iba a decir conocer una hora pero no quisiera ofender a nadie, y luego no darle ningún papel más en la vida de uno, es como si, no sé cómo decirlo. No querer decir, no saber lo que se quiere decir, no poder decir lo que se cree querer decir, y decirlo siempre, o casi, esto es lo que importa no perder de vista, en el calor de la redacción."


"Y en invierno me envolvía, bajo el abrigo, con tiras de papel de periódico, y no me las quitaba hasta que despertaba la tierra, hasta que despertaba realmente, en abril. El Suplemento Literario del Times era excelente a tal efecto, de una solidez e impermeabilidad a toda prueba. Ni los pedos lo rompían. Qué voy a hacerle, suelto ventosidades a cada paso, de modo que alguna alusión he de hacer de vez en cuando al asunto, pese a la lógica repugnancia que me inspira. Un día conté mis gases. Trescientos quince en dicinueve horas, lo que da una media de más de dieciséis pedos por hora. Total, nada. Ni un pedo cada cuatro minutos. Es increíble. Vaya, vaya, soy un pedorerro de pacotilla, he hecho mal en decir otra cosa. Resulta extraordinario como las matemáticas ayudan a conocerse a sí mismo."

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